Patrimonio Natural

Barrax a lo largo de la historia se ha caracterizado por ser un pueblo eminentemente agrícola, donde debido a la escasez de agua todos los cultivos eran cereales de secano. En el término municipal hacía 1.960 los cereales abarcaban 17.461 Hectáreas, los viñedos 350, los olivares 40, los azafranares 30 y los almendros 7.

En la actualidad la novedad más importante en los cultivos ha sido la llegada del agua, lo que ha convertido un 40 % de las hectáreas cultivables en prósperas tierras de regadío donde los cultivos principales son el maíz, la alfalfa y la remolacha. El 60 % restante de cultivos de secano está copado en su práctica totalidad por cereales, cebada y trigo. El resto de cultivos prácticamente ha desaparecido de la localidad.

El término municipal de Barrax, se encuentra dentro de los itinerarios trazados por las aves migratorias en sus desplazamientos estacionales. Siendo la más frecuente la avutarda, especie amenazada debido, además de la caza, a la destrucción de su hábitat por los cambios de sistemas de cultivo.

Existen varias “morras”, pequeños cerros con cuevas, en los que hubo antiguos asentamientos.

Es una zona con gran cantidad de caza menor, destacando el conejo, liebre y perdiz. También en las zonas de regadío destaca la codorniz.

La Rosa del Azafrán

El azafrán durante años ha sido uno de los cultivos más importante de Barrax, cuando llegaba la época de recogida, aproximadamente en el mes de octubre, todo el pueblo se dedicaba a recogerlo del campo y a mondar azafrán en las casas. Prácticamente todas las familias tenían un azafranar por pequeño que fuera, y el que no lo tenía ayudaba a algún familiar o vecino.

El ciclo del azafrán comienza al poner la cebolla del azafrán, la cuál suele tener una vida de cuatro años, esto se realiza a primeros de septiembre. Cuando en los azafranares empiezan a asomar los primeros tallos, vísperas de dar las primeras rosas, se rastrean con un rastrillo. A finales de octubre y noviembre se recoge la rosa por la mañana temprano, después en las casas se procedía a la monda de la rosa del azafrán que consiste en separar y retirar los pelillos del azafrán de un color entre granate y rojizo del resto de la flor de color violeta. Por último se tuestan los pelillos del azafrán y se da por concluida la tarea de recogida del azafrán.
Durante muchos años fue una fuente de ingresos muy importante para Barrax, se pesaba en onzas y libras.

Debido a la importancia que este cultivo tenía en la localidad, dicha rosa del azafrán es la otra parte fundamental que junto con el molino viene configurar el escudo de Barrax.